El otro, día viendo unos vídeos antiguos sobre la semana santa complutense, me quede sorprendido al ver la gran cantidad de jóvenes de corta edad que participaban en la procesión, ya fuera vestidos con sus túnicas, de aguadores en los pasos, o simplemente desde el público donde se les veía con la medalla de su hermandad, mientras admiraban atónitos a sus titulares.
Actualmente esos jóvenes ya han crecido, y se les puede ver en diferentes posiciones en nuestras cofradías, con varas de junta, de costaleros, mantillas… y es que no hay que olvidar que los jóvenes somos el futuro de nuestras cofradías, vistamos el habito que vistamos, seamos la mas antigua o la más joven, las cofradías a las que pertenecemos dependen en su futuro más cercano de nosotros.
Las cofradías en Alcalá con el paso del tiempo han pecado de ser celosas unas con otras, ¿esto que ha provocado?, la respuesta es evidente, la poca afinidad entre la mayoría de ellas. A consecuencia de estas malas relaciones entre las cofradías, la juventud cofrade tenemos la difícil tarea de acercarnos y unir las cofradías unas con otras, ya que al ponernos la medalla (sea de la cofradía que sea) debemos ser ejemplo de humildad, generosidad y unión.
Debemos darnos cuenta que somos unos privilegiados, ya que somos los encargados de llevar la palabra del señor, sea la advocación que sea, por las calles de nuestra histórica ciudad, y, pensar que después de nuestra generación, vendrán otras a las cuales estaría bastante bien dejarles una Semana Santa alcalaína unida y sin disputas.